La primera vez que vi un parto, era un estudiante de enfermería y estaba rotando por el paritorio. La verdad es que aluciné con aquella experiencia.

Lo que me impresionó no fue el nacimiento en si, sino el poder que tenía la mujer por lo que era capaz de hacer.

Pienso y recuerdo ese parto y esta muy lejos de lo que yo considero ahora un parto natural, pero en aquel momento me removió por dentro.

Acompañar a muchas mujeres en su parto ha sido maravilloso, pero nada me marcó tanto como estar al lado de la madre de mis hijos. Vivimos momentos intensos, pero lo más increíble fue escucharla decir, después de dar a luz: “Lo sentí todo, pero sin dolor. Solo puedo recordarlo como algo hermoso”.

Esa experiencia me transformó y me impulsó a crear un método sencillo para que tú también puedas vivir el nacimiento de tu bebé de forma positiva, tranquila y feliz. Por eso estoy aquí, para acompañarte y ayudarte a que tu parto sea un recuerdo inolvidable.